SEDE SOCIAL

El domicilio de la Hermandad, como sede habitual de la asociación de fieles, es la Casa Hermandad, en la Plaza de San Julián nº 2 y 4, y estará abierta a todas las tareas encaminadas a facilitar la formación permanente de sus miembros, al mismo tiempo que será lugar donde se desarrolle la comunicación y la vida comunitaria de los mismos.
.
Regla 7.4. Sede y domicilio de la Hermandad. 


El pasado 31 de enero de 2010, coincidiendo con la Función en honor del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla, bendecía la nueva sede social, la Casa de Hermandad. Durante varios días se publicó en este boletín digital, un recorrido por la historia y proceso de construcción del edificio, así como una descripción de sus zonas más importantes. Este documento que fue entregado a los medios de comunicación es reproducido íntegro para informar sobre este apartado. 




 









I.- Antecedentes: La antigua Casa de Hermandad.

La Hermandad de la Hiniesta pionera históricamente de muchas de las cuestiones más queridas por la Sevilla cofrade, como pueda ser la defensa de la Inmaculada Concepción allá por 1613, la implantación del capirote como soporte del antifaz de los nazarenos y tantos otros episodios a lo largo de su historia, fue también una de las primeras en tener un espacio de acogida de los hermanos, una herramienta para desarrollar sus actividades y llevar a cabo sus fines como Hermandad. El 8 de diciembre de 1964 se ponía la primera piedra de lo que sería una de las primeras Casa de Hermandad que existieran en Sevilla. Esta iniciativa que contó con el respaldo del Arzobispado de Sevilla y del Excelentísimo Ayuntamiento de Sevilla, fue pensada como obra social de la Coronación Canónica de la Santísima Virgen de la Hiniesta Gloriosa, patrona de Sevilla y de su Excelentísimo Ayuntamiento, que desde 1959 contaba con el Breve Pontificio de Coronación, no produciéndose ésta hasta el 23 de mayo de 1974. El edificio que se levantó en año y medio se construiría aprovechando los terrenos que poseía la corporación del Domingo de Ramos junto a la parroquia de San Julián, sede canónica de la Hermandad. Esta construcción dejó un amplio espacio por edificar, usándose para patio de recreo y esparcimiento. El arquitecto de la obra fue nuestro hermano José María Morales Lupiáñez, padre del arquitecto que ha hecho el actual proyecto. El 19 de junio de 1966 se ponía la última piedra de este edificio que fue concebido, como se ha indicado anteriormente, como obra social, concretamente para que fuera sede de las Escuelas Profesionales Virgen de la Hiniesta.







En septiembre de 1966 comenzaba la labor educativa de las escuelas con 80 varones entre los 12 a 14 años de edad y que provenían del barrio de San Julián y en algunos casos de hijos de funcionarios de distintas delegaciones del Excelentísimo Ayuntamiento (Servicio Municipal de Limpieza, Policía Urbana, Extinción de Incendios, etc.) e incluso se concedieron becas para el estudio por parte de la administración local para estos alumnos. No se descuidó la enseñanza de los adultos así se crearon las Escuelas Profesionales y Nocturna de Alfabetización y Graduado Escolar “Virgen de la Hiniesta”. Clases nocturnas de promoción cultural de adultos y graduado escolar, donde se formaron numerosos niños del barrio y de fuera de San Julián que consiguieron un oficio para subsistir. Esta iniciativa educacional pervivió hasta avanzada la década de los setenta del siglo pasado, cuando debido a los nuevos planes educativos estatales no se pudo mantener.




Se podían distinguir tres zonas principales: la administrativa, la didáctica y la de recreo. La primera de ella se componía por despachos de secretaría, dirección y otras habitaciones administrativas, y curiosamente se correspondían con las dependencias de la misma tipología que tenía la Hermandad, así por ejemplo, el despacho del director de las escuelas se transformaba por las tardes en el despacho del Hermano Mayor de la Hiniesta. En el resto del edificio, tanto la planta baja como la alta se ubicaban las clases donde alumnos recibían formación de electrónica, carpintería y mecánica. La tercera zona era el patio de recreo con los vestuarios y duchas. Todavía se conservan herramientas que utilizaron esos alumnos de los años sesenta y setenta del siglo pasado. También se impartieron clases de educación para adultos. Esta labor formativa duraría diez años hasta que los planes educativos cambiaron y fue imposible mantener esta tarea tan importante. La peculiar distribución de centro educativo  con los grandes salones que albergaban las aulas, tuvieron que reutilizarse en dependencias para la Hermandad, así se crearía el Salón de Hermanos, la Sala de Cabildos, la Sala de Camareras, Archivo y Sala de Exposición entre otras.

 















Las dependencias de esta antigua Casa de Hermandad fueron foro de convivencia real de hermanos, donde a pesar de la antigüedad de las instalaciones fueron haciéndose importantes reformas, como las realizadas durante el mandato de nuestro hermano D. José Manuel Hevia Gutiérrez (q.e.p.d) con el adecentamiento de numerosas zonas de la Casa de Hermandad y el alicatado de gran parte de los pasillos, así como del arreglo del bar o la no menos importante que realizara nuestro hermano D. Andrés Alcántara Ponce durante su mandato, con una reforma total de la Sala Capitular, dotándola de vitrinas, iluminación y equipamiento de nueva mesa de reuniones para la Junta de Gobierno y de cortinajes, así como el saneamiento de tuberías y desagües de la planta baja y el arreglo del Salón de hermanos con cortinas, iluminación y zócalo de azulejos nuevos.

 














Era entrañable la distribución de esas estancias que contaban con sus respectivas llaves numeradas (la cuatro, la veintidós, la dieciocho y otras tantas) tarea que organizó nuestro querido excapiller D. Juan León Morales. No menos entrañables son los momentos vividos en esa antigua Casa de Hermandad, donde estuvieron todas nuestras imágenes Titulares, salvo el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, durante diversos episodios como fueron en la restauración de la Santísima Virgen de la Hiniesta Dolorosa en 1993, de cuyo hecho hay constancia por un hermoso recuerdo en forma de azulejo a iniciativa de nuestro hermano D. Sebastián Cerrillo Ariza o por obras de iluminación de nuestra parroquia entre diciembre 2004 y enero de 2005, instalándose un oratorio en la Sala de Exposición con las imágenes de la Inmaculada Concepción, Santa María Magdalena y María Santísima de la Hiniesta Dolorosa y Gloriosa Coronada.






La antigua Casa de Hermandad tuvo momentos realmente esplendorosos de vida de Hermandad, con campeonatos de futbito, semanas culturales de la juventud, organización de tómbolas benéficas, magníficos belenes en Navidad, de los Reyes Magos en el Salón de Hermanos, exposiciones como la dedicada a nuestra Titular letífica en 1995, y otras muchas actividades que sirvieron de foro de convivencia para los hermanos y devotos que tienen en el Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Santa María de la Hiniesta Dolorosa y Gloriosa Coronada, su ideal y ejemplo de vida.

II.- El proceso de la nueva Casa de Hermandad.

La vieja Casa de Hermandad tenía grandes carencias de equipamiento y conservación de enseres convenientemente, por lo que el 12 de junio de 2003, la Junta de Gobierno presidida por nuestro hermano D. Adolfo Arenas Castillo, convoca un Cabildo General Extraordinario con el único punto del orden del día siguiente: Proyecto sobre edificación en patio de recreo de la Casa de Hermandad, su ejecución si procede. Presupuesto, condiciones, documentación, trámites y exigencias para dicha obra. Con esta convocatoria se propone a la Hermandad un ansiado sueño como es el de la ampliación de las obsoletas dependencias construidas en la década de los años sesenta del siglo pasado. Se pretendía por tanto ganar unos 350 metros cuadrados de nueva construcción, 198 metros cuadrados de patio y aproximadamente 100 metros cuadrados de modificación de la antigua Casa de Hermandad. Al Cabido se presenta un anteproyecto creado por el arquitecto Ignacio Morales Hevia, hijo del que ideara la anterior, donde se destacan tres aspectos fundamentales: disponer de un gran salón de hermanos con capacidad para más de cien personas y otros usos, la reordenación del área administrativa y de gobierno de la Hermandad y la construcción de un gran salón expositivo donde albergar los enseres más importantes del patrimonio de la Hermandad. Las dimensiones de la nueva edificación quedan recogidas en el siguiente cuadro:


Total planta sótano 140,31 metros cuadrados.
Total planta baja 548,79 metros cuadrados.
Total planta primera 369,92 metros cuadrados.

TOTAL CASA DE HERMANDAD 1.059,00 metros cuadrados.

El proyecto planteaba la ampliación en la zona del solar anexo que linda con la Plaza de San Julián, dejando un gran patio abierto al fondo. El acceso a la Casa de Hermandad se resuelve a través del mismo patio existente y por un acceso desde la plaza mediante un gran portón. Se construiría un gran Salón de Hermanos para acoger a unas 115 personas, para reuniones o conferencias, según el uso. La zona administrativa que anteriormente se encontraba dividida por pequeños despachos a la entrada de la Casa, se reordena con la ampliación de esa zona. Otra de las importantes reformas es la dotación de aseos más amplios y separados por sexos, así como realizar uno para minusválidos. Este cabildo tuvo una masiva participación que dio una abrumadora mayoría a la aceptación del proyecto y de la propuesta presentada.


Desde ese momento empieza a prepararse y organizarse toda la documentación pertinente de permisos y licencias y la obra comienza a realizarse de forma simbólica el 8 de septiembre de 2005, a la finalización de la Función Votiva en honor de la Santísima Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada. Con la presencia de nuestro Hermano Mayor Honorario, el Excelentísimo señor Alcalde de Sevilla, D. Alfredo Sánchez Monteseirín, el presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla, D. Manuel Román Silva y de nuestro Director Espiritual y Párroco de San Julián, Rvdo. Sr. D. Juan Manuel Cazorla Baena, se procede a colocar la primera piedra. El arquitecto y la Hermandad habían organizado una exposición en el Salón de Hermanos para que los asistentes al acto pudieran apreciar sobre planta y alzados desarrollados en sucesivos planos, como sería la nueva Casa de Hermandad. Cuatro años, cuatro meses y veintitrés días después, la nueva Casa de Hermandad fue bendecida e inaugurada oficialmente por Monseñor Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla.


Ha sido un proceso largo, lento y que parecía que no acabaría nunca, pero finalmente vemos que realmente esa primera piedra se ha convertido en un amplio espacio de más de mil metros cuadrados de edificación nueva y de reforma de la antigua, con unos salones diáfanos y gran luminosidad natural en toda la Casa, con equipamientos comunes de aseos, ascensor, aire acondicionado y otras comodidades que hacen de este edificio una gran obra para los años venideros, donde poder exponer, conservar y guardar perfectamente nuestro patrimonio artístico e histórico.




Durante las primeras actuaciones de la construcción de la nueva Casa de Hermandad, y según marcan las leyes se procedió a realizar una actividad arqueológica por la zona de nueva edificación. El solar clasificado como suelo urbano y con un nivel de protección A – Protección integral, fue intervenido arqueológicamente entre los meses de febrero y marzo en una primera fase, encontrándose interesantes restos muebles e inmuebles. La Hermandad como promotora ha financiado toda la tarea arqueológica que ha realizado el equipo formado por Manuel Luque Pérez, como arqueólogo director, los técnicos Pedro Jaime Moreno de Soto y Elisa María Navarro Carmona, la colaboración de Fátima Balda Constantín y del técnico Rafael Godoy Gutiérrez. La tarea documentalista la ha realizado Zsafer A.Kalas Porras.

Los restos más antiguos aparecidos son del siglo VI de etapa romana, aunque sin demasiada importancia, ya que no configuran estructuras de edificios. La etapa más interesante es la del periodo islámico (siglos VIII – XIII), pudiéndose dividir en dos partes definidas como periodo clásico islámico y periodo almohade. De la primera división temporal encontramos los restos más importantes como la cisterna que surtía a la fuente posterior. Se encuentra policromada en almagra roja y se data en el siglo IX. Forma parte de unos jardines que probablemente se encontraban deprimidos en relación a la zona habitada, siguiendo la tradición musulmana. Pero el hallazgo principal encontrado es la fuente referida y concretamente el mural pintado que la decora. Se trata de una estructura de 4,20 metros de largo por 95 centímetros de alto, con motivos decorativos geométricos y vegetales de excelente factura y calidad artística, según los expertos consultados. La estructura mural es simétrica en torno a una pileta central que ha sido expoliada a lo largo del tiempo. La pintura mural se compone de lacería geométrica, un trilobulado y una estrella de ocho puntas quedando enmarcado con palmetas y atauriques vegetales. Está realizada en colores almagra y azul sobre blanco. Su fecha de ejecución está en torno al siglo XI, coincidiendo con la etapa de la taifa sevillana abbadí. La alberca que surtía esta fuente está separada de la misma por un grueso muro de restos tardorromanos donde se insertan tuberías de plomo que abastecían a la fuente. Los restos tan importantes que se han encontrado hacen pensar que estamos ante un entorno palaciego de alta suntuosidad y que no tienen comparación con ningún otro de la misma época en nuestra ciudad. En las calles Sorda, Macasta, Fray Diego de Cádiz y Bordador Rodríguez Ojeda, han aparecido restos de jardines deprimidos que pudieran emparentarse con éste, aunque nunca alcanzando la calidad de las pinturas encontradas, puesto que se trataban de viviendas de altos funcionarios, pero no de un ámbito palaciego como es el caso de los hallazgos que analizamos. Con la llegada de la dominación almohade, se arrasa con el entorno descrito anteriormente y es modificado notablemente, hecho que se agudiza entre los siglos XIV y XVIII, con la construcción del templo de San Julián, quedándose los alrededores del mismo para uso agrícola en huertas y edificaciones hidráulicas y de complemento a estas tareas. Del siglo XIV son los dos únicos restos humanos aparecidos. En el siglo XVIII y XIX comenzarán a aparecer nuevas construcciones hasta 1966 en que se construye la antigua Casa de Hermandad.

III.- La nueva Casa de Hermandad: Espacios externos y zonas comunes.

Comenzamos a mostrar detalles de la nueva construcción, en esta ocasión los espacios externos, es decir los patios anexos a la Casa de Hermandad propiamente dicha. Representan una superficie total de 190,49 metros cuadrados y de menos a más son el patio de entrada, que es el mismo que existía con la anterior edificación, el patio interior, que igualmente ya existía anteriormente y que ha sido totalmente reformado en su entorno, solería e iluminación, y finalmente el gran patio principal que es de nueva creación y que cuenta con más de 126 metros cuadrados de espacio.



El patio de entrada, permanece prácticamente con la misma estética original, estando presidido por el hermoso azulejo de 1961, que representa a la Santísima Virgen de la Hiniesta Gloriosa. Se accede al patio por artística cancela de forja de finales del siglo XIX y distribuye la entrada al templo de San Julián, a la derecha y a la nueva Casa de Hermandad a la izquierda. El patio se ilumina por una farola de brazo. Bajo el azulejo anteriormente descrito una fuente de azulejería y cerámica con una cabeza de león como motivo principal. Los azulejos tienen motivos geométricos y una cenefa con temas heráldicos del escudo de la Hermandad: Cruz con el corazón traspasado de las siete espadas y mitra con cruz y báculo. También en azulejos está realizado el gran macetero octogonal del centro del patio.

Interesante colección azulejería con la fuente ya citada, el macetero y otras inscripciones de la importante fábrica Cerámica Santa Ana, así como la inscripción epigráfica del siglo XVI, alusiva a la cesión por parte de la ciudad a la Cofradía de Nuestra Señora de la Hiniesta para hacer su capilla, sus cabildos y enterrar a sus hermanos. En numerosos macetones y un arriate encontramos varias pilistras, una gran palmera en el centro y un hermoso hibisco o pacífico. Los otros dos patios anteriormente están solados y cubiertos por una terminación de monocapa, dándole un elegante acabado, salvo en el testero del fondo del patio principal que se ha quedado en ladrillo visto, tratado y pintado en color ocre.





La fachada principal tiene dos elementos esenciales, la gran puerta con tímpano semicircular en azulejería azul y blanca, pintada a mano por Isabel Parente en 2009, con motivos vegetales y frutales, simétricos en torno a una gran cartela flanqueada por dos ángeles con trompetas. En la cartela leemos: Hermandad de Nuestra Señora de la Hiniesta. El otro elemento de la fachada es una vidriera circular con el escudo corporativo en colores, realizada por nuestro hermano Sebastián Cerrillo en 2008.El acceso principal de la nueva Casa de Hermandad se hace por un gran portón de hojas de madera verde correderas, que dan acceso por un lado al vestíbulo de entrada de la Casa y por otro lado a la cocina del bar. Tras el portalón de madera, sendas puertas de cristal con el escudo corporativo serigrafiado, motivo que es repetido en el testero del vestíbulo que da al patio de acceso a la iglesia.

 

Siguiendo con las zonas comunes, el distribuidor de entrada a la izquierda da paso al nuevo Salón de Hermanos y al bar de la Hermandad, equipado con una cocina. El salón está pintado en tonos claros y azul oscuro contrastando una pared con respecto a la otra. Tiene una capacidad aproximada de 115 personas y cuenta con difusores espirales para el aire acondicionado de frío o calor. Diversos cuadros representando a los titulares adornan este espacio, que cuenta con un televisor de pantalla plana de gran tamaño. Este salón cuenta con iluminación exterior por su comunicación directa con el patio principal a través de unas puertas de cristal correderas con escudos serigrafiados y adornada por sus respetivos estores blancos con el escudo de la Hermandad impresos en monocolor azul. Los baños tienen un distribuidor que dan paso al de caballeros y al de señora, con sus lavabos y secadores de mano.


 













Del Salón principal se pasa a un espacio que sirve de distribución y acceso a la planta primera y planta sótano, así como al área administrativa (Secretaría), al otro acceso de la Casa por un largo pasillo con una galería de carteles de diferentes años y que desembocan en la puerta que da al patio de entrada. Un gran panel de cristal sirve de cerramiento vertical y una cubierta de paneles traslúcidos cierran este espacio horizontalmente. La luminosidad natural es una de las principales características de la nueva Casa de Hermandad, tamizada tan sólo por estores con el escudo serigrafiado distribuidos en las ventanas y ventanales de estancias y pasillos.

 













 Destacamos en esta zona el magnífico cartel del VI Centenario de la llegada de la Santísima Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada a Sevilla, obra original de Dubé de Luque. Hacia el interior, este distribuidor da paso, por un pasillo donde encontramos una reproducción en azulejos pintado en azul de una clásica representación del hallazgo de la Virgen de la Hiniesta, obra de nuestro hermano Sebastián Cerrillo, al antiguo Salón de Hermanos, totalmente reformado con nueva iluminación, equipamiento de aire acondicionado y tres accesos al patio interior. 

 













En este salón, destacamos la galería de cuadros de Hermanos Mayores del siglo XX y XXI, un hermoso cuadro con cornucopia barroca de la Santísima Virgen de la Hiniesta Dolorosa, obra de Julián Rosales de los Reyes, de 2009, flanqueado por sendos espejos con marcos dorados y en el testero contrario un interesante cuadro del siglo XIX, donado por nuestro hermano Tomás Bernet Blanco, con una imagen de la Inmaculada Concepción, flanqueado por apliques de forja con velas. En este salón también encontramos dos armarios para guardar la ropa litúrgica de la Hermandad (albas, sotanas, dalmáticas, cíngulos, etc.).














A la planta alta se accede por unas escaleras que dan paso a un gran distribuidor en dos niveles uno inferior que comunica con un pasillo que conduce a un salón y en el que hallamos el baño para personas minusválidas y un nivel superior de acceso a la Sala Capitular y a la Sala de Exposición de los enseres de la Hermandad. A esta zona superior se puede llegar también a través de un ascensor que abre a ambos lados según la zona donde vayamos.



En el salón anteriormente citado están las puertas que dan paso al camarín de la Santísima Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada y a una pequeña sala que sirve de almacén para materiales y vestuario de la Coral Polifónica "Virgen de la Hiniesta". También comunica este salón con el despacho de las Diputaciones. Se adorna con cuadros históricos de la Hermandad, de otras Hermandades y los alusivos a recuerdos y premios a nuestra Coral Polifónica.

IV.- La nueva Casa de Hermandad: Zona administrativa y de dirección de la Hermandad.

La zona administrativa y de gobierno de la Hermandad, comprende una serie de estancias distribuidas en la planta baja y primera de la nueva Casa y son las siguientes: Mayordomía, Secretaría y despacho del Hermano Mayor en la planta baja y Sala Capitular y despacho de las Diputaciones en la planta alta. La Mayordomía tiene acceso por la puerta principal del edificio a través del vestíbulo de entrada. Cuenta con mobiliario, equipos informáticos y periféricos y expositores para artículos propios de Mayordomía. La Secretaría tiene acceso por el distribuidor principal de la planta baja, con acceso desde la puerta del patio de la parroquia. Cuenta también con mobiliario, equipos informáticos apropiados para el mejor desarrollo de las tareas administrativas. En Secretaría existe una interesante colección de fotografías de distintos periodos en la historia de nuestra Hermandad. El despacho del Hermano Mayor tiene su acceso a través del antiguo Salón de hermanos y su iluminación natural proviene de dos grandes ventanales que dan al patio interior de la Casa de Hermandad. En esta habitación destacan los carteles de la Coronación Canónica de la Virgen de la Hiniesta, obra de Cayetano González y el del veinticinco aniversario de este evento y del trescientos cincuenta aniversario del Voto de la ciudad de Sevilla a la Virgen de la Hiniesta, obra fotográfica de nuestro exvestidor Antonio Fernández. También destacamos una bella pintura del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y un grabado del mismo.












En la planta alta encontramos la Sala Capitular en el nivel superior de la planta, con acceso por escaleras del distribuidor superior. Tiene suelo de tarima flotante y su iluminación natural proviene de uno de sus testeros totalmente acristalado y por una ventana. Esta sala está acondicionada con sistema de climatización y tiene dos mesas una de reuniones para cabildos de oficiales y otra pequeña para trabajo del archivero, puesto que en esta estancia se encuentra ubicado el Archivo Histórico de la Hermandad, para una mejor conservación y mantenimiento de los fondos documentales.Destacamos dos bellas instantáneas de la Santísima Virgen de la Hiniesta Dolorosa, una vestida de hebrea y otra vestida de reina, de gran interés histórico, ya que representa a la primitiva imagen de la Hiniesta.














El despacho de las Diputaciones está ubicado en la planta primera y se accede a él por el salón de esta planta, cuenta con tarima flotante, aire acondicionado frío y calor y se ilumina por dos amplios ventanales que dan al patio interior. Tiene tres mesas de trabajo con sus respectivos equipos informáticos y periféricos y una mesa para reuniones.






V.- La nueva Casa de Hermandad: Zona de exposición, conservación y almacén.

En este último capítulo descriptivo de la nueva Casa de Hermandad, tratamos la zona de exposición, conservación y almacén. Comprenden las siguientes estancias: en la planta sótano todo el espacio que comprende esta zona, en la plata primera el gran Salón de Exposición y junto a él la Sala de las Camareras. Hay que añadir el almacén anexo de la plaza de San Julián, donde se encuentra guardado el paso del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Santa María Magdalena, así como herramientas y otros enseres. Todas estas zonas comprenden más de trescientos cincuenta metros cuadrados para el almacenamiento, la conservación y la exposición de enseres de la Hermandad. Toda la Casa de Hermandad, así como el almacén del paso de Cristo, cuenta con un sistema de seguridad de veinticuatro horas al día, contratado con la empresa PROSEGUR.

La zona expositiva queda reservada para la planta primera, a la que se accede por el gran distribuidor a dos niveles existentes tras subir por las escaleras desde la planta baja. La puerta de entrada es de madera y toda la pared que la rodea tiene estas mismas calidades en madera que recubren esa zona. La original estructura en forma de dientes de sierra de esta sala hacen que pueda entrar mucha luz natural a través de grandes ventanales con cristales traslúcidos. Todo este espacio tiene tarima flotante y está equipada por sistema de aire acondicionado frío y calor. La luz artificial es emitida por focos indirectos hacia los techos de la sala, dentro de las vitrinas por focos halógenos y otros tanto externos direccionables. Encontramos en este amplio espacio de 140,74 metros cuadrados, nueve vitrinas, dos de las cuales son de grandes dimensiones y ocupan dos testeros completos de la estancia. Las vitrinas se forran al fondo por damasco color ocre o mostaza y moquetas del mismo color en el suelo.

 









Entrando en la sala a la izquierda encontramos una primera vitrina dedicada principalmente al cortejo litúrgico de la Hermandad para cultos internos y externos, con vestimentas como la dalmática del cortejo de Cristo (burdeos con brocados dorados), la del cortejo de la Virgen (azul bordada en plata) y el medallón del pertiguero. Los ocho ciriales de ambos pasos, destacando los cuatro diseñados por Cayetano González en plata de ley. También forman parte de esta vitrina juegos de incensarios y navetas, así como un cáliz. Completan esta vitrina el Guión sacramental y los faroles de mano para procesiones eucarísticas.A continuación, la siguiente vitrina, es quizás la más original de todas puesto que son enseres que actualmente no procesionan, salvo el caso de algunas varas. Aparece un doble cuerpo de respiraderos, en la zona inferior de orfebrería y malla de oro bordada con motivos heráldicos de Sevilla y Cataluña. Estos respiraderos datan de 1967 y son obra del Taller de Villarreal (orfebrería) y del Taller de Carrasquilla (bordados), sobre este cuerpo diversos candelabros y jarras del Taller de Seco Velasco, así como candelabros de cinco luces y sacras. En el siguiente cuerpo formado por los respiraderos encontramos una pieza, original de 1893, realizados por Cristóbal Ortega Chacón y provenientes de la Hermandad de la Amargura, que en 1916 los vendió a la Hiniesta. No podemos dejar de citar los cuatro ciriales de estética de principios del siglo XX, con hojas de acanto en la zona superior del cirial y los elegantes paños de bocina en terciopelo morado, bordados en estilo gótico, en oro y sedas de colores. Completan la vitrina los antiguos paños de la Bandera Concepcionista, con el lema de la Hermandad desde el siglo XVII y el antiguo Banderín catalán. En esta vitrina también aparecen dos sayas bordadas por la técnica de aplicación, una burdeos y otra negra. Ambas piezas siguen un modelo de dibujo asimétrico y motivos vegetales. La primera fue realizada por nuestra hermana Josefa Bueno Martín y la segunda por nuestros hermanos Joaquín Sánchez Blanco y José María García.



 










En este mismo lateral del Salón de Exposición, su última vitrina contiene diversos enseres, destacando la Cruz de Guía, los candelabros de cola, la peana y diversas varas e insignias como el Banderín catalán, el Banderín de la Juventud Hiniesta, la Bandera Concepcionista y el Guión de la Coronación. También están expuestas dos sayas, una bordada en aplicación, en color blanco con sedas de colores y otra azul bordada en plata, aprovechando antiguos bordados de la década de los cuarenta del siglo pasado. Diversos artistas son los creadores de estas bellas muestras del patrimonio de la Hermandad, destacando la Cruz de Guía de Antonio Izquierdo, los faroles de la Cruz de Guía, diseño de Dubé de Luque; los candelabros de cola, la peana y el expositor con los restos calcinados de la Virgen de la Hiniesta, en plata de ley, realizados por el Taller de orfebrería Hermanos Delgado López.Una de las dos grandes vitrinas de este salón es la que contiene los varales, techo de palio, bocinas y Simpecado, pieza esta última de notable interés, al representar fidedignamente la imagen desaparecida de la Virgen de la Hiniesta Dolorosa, desaparecida en 1932. El techo de palio bordado en plata sobre terciopelo azul por Guillermo Carrasquilla Rodríguez en 1936, tiene doce grupos de rosas de Pasión, que sirven de orla a la imagen de medio bulto de la Santísima Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada. En los ángulos del techo de palio cuatro leyendas alusivas a la Virgen: Sin pecado concebida, Asumpta al cielo, La Madre de Dios y La Medianera nuestra. Las cuatro bocinas del cortejo de Cristo se situan a los pies del techo de palio. A un lado en otro espacio se muestran diez varales y los otros dos flanquean el techo de palio. El otro gran espacio de esta vitrina es para el Simpecado y cuatro faroles. Junto al techo de palio el estandarte de la Hermandad y el estandarte sacramental, ambos realizados por el taller de Carrasquilla.




 










A continuación encontramos una vitrina que es un acercamiento a la estética del paso de Cristo, así tenemos el respiradero frontal, jarras, remates de las capillas, guardabrisones y hachones. Artistas como Antonio Martín, recientemente fallecido, Rafael Barbero, Seco Velasco, supervisados bajo el diseño de Cayetano González, dieron como fruto este elegante y personal paso procesional en madera de caoba, madera de naranjo y plata de ley.















Continuando con las vitrinas, la siguiente está dedicada principalmente a preseas y vestimentas de la Santísima Virgen de la Hiniesta Dolorosa, aunque contiene también elementos del Cristo, como puedan ser tres juegos de potencias y el nimbo de la Magdalena. En el centro de la vitrina la saya burdeos, realizada en 1916 por Juan Manuel Rodríguez Ojeda. En la zona superior tres coronas de la Santísima Virgen, una de Manuel Seco Velasco, en plata dorada y dos labradas en plata, una anónima con estrellas y otra en plata sin estrellas del taller de Orfebrería Mallol.La vitrina principal del salón acoge totalmente desplegado el manto de salida de la Santísima Virgen de la Hiniesta, obra de Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1906. También en esta vitrina dos sayas blancas bordadas en oro, una de José Ramón Paleteiro y otra del taller de Santa Bárbara. Acompañan a estos enseres las bocinas del paso de palio, en plata bordadas sobre terciopelo azul y otras banderas: azul y blanca, azul y roja y pontificia. Junto a este gran salón se encuentra la Sala de las camareras o ropero de la Santísima Virgen, donde se guardan los mantos de camarín, tocados y prendas interiores de la Santísima Virgen de la Hiniesta. A la derecha de esta gran vitrina una puerta da acceso a la Sala de Camareras, donde se guarda todo el ajuar y vestimentas de la Santísima Virgen de la Hiniesta. En sendos roperos empotrados que se sitúan en dos testeros de la habitación se colocan los entrepaños, puertas y cajoneras donde queda perfectamente distribuido todo el vestuario. La habitación dispone de una ventana de luz natural hacia el patio principal de la Casa de Hermandad.




En la planta sótano, un gran espacio diáfano sirve para almacenar diversos enseres de Priostía, Diputaciones y de la Hermandad, así en estanterías por todo el contorno quedan ordenados estos enseres. Se accede a este sótano por ascensor y por escaleras. Lo más reseñable de esta zona son los restos aparecidos, siendo los más antiguos del siglo VI de etapa romana, aunque sin demasiada importancia, ya que no configuran estructuras de edificios. La etapa más interesante es la del periodo islámico (siglos VIII – XIII), pudiéndose dividir en dos partes definidas como periodo clásico islámico y periodo almohade.












De la primera división temporal encontramos los restos más importantes como la cisterna que surtía a la fuente posterior. Se encuentra policromada en almagra roja y se data en el siglo IX. Forma parte de unos jardines que probablemente se encontraban deprimidos en relación a la zona habitada, siguiendo la tradición musulmana. Pero el hallazgo principal encontrado es la fuente referida y concretamente el mural pintado que la decora. Se trata de una estructura de 4,20 metros de largo por 95 centímetros de alto, con motivos decorativos geométricos y vegetales de excelente factura y calidad artística, según los expertos consultados. La estructura mural es simétrica en torno a una pileta central que ha sido expoliada a lo largo del tiempo. La pintura mural se compone de lacería geométrica, un trilobulado y una estrella de ocho puntas quedando enmarcado con palmetas y atauriques vegetales. Está realizada en colores almagra y azul sobre blanco. Su fecha de ejecución está en torno al siglo XI, coincidiendo con la etapa de la taifa sevillana abbadí. La alberca que surtía esta fuente está separada de la misma por un grueso muro de restos tardorromanos donde se insertan tuberías de plomo que abastecían a la fuente.