viernes, 2 de septiembre de 2016

Altar de cultos de 2012

Cuando estamos a punto de empezar los cultos en honor a la Santísima Virgen de la Hiniesta Gloriosa Coronada el próximo lunes 5 de septiembre, traemos una fotografía curiosa a esta sección de documento gráfico, se trata el altar que se instaló en septiembre de 2012, con motivo del VI centenario de la fundación de la hermandad letífica de la Virgen de la Hiniesta. La principal novedad que presentaba este altar era la recuperación del risco con la escena de su hallazgo de la Santísima Virgen de la Hiniesta, según es narrada por la leyenda tal y como se montó en siglos pasados.

Uno de los personajes que más contribuyeron al esplendor del culto de la Virgen de la Hiniesta fue el veinticuatro Diego de Postigo Almonacid, quien realizó numerosas donaciones, destacando la de una lámpara de plata, en 1575, que aún se conserva colgada en los lampadarios de San Julián y que es la más antigua de las fechadas en Sevilla. En 1586, para dar contento a Andrés de Monsalve, descendiente de Per de Tous y patrono de la Virgen de la Hiniesta, Diego de Postigo mandó poner junto a la capilla de la Virgen (en la cabecera de la nave del evangelio, donde actualmente se encuentra la Virgen del Rosario) un tablado grande con la escena del hallazgo realizada con figuras de bulto redondo: en medio de una retama aparecía la Virgen, ante la que se arrodillaba Per de Tous, que llevaba una cartela en la espalda con su nombre para su correcta identificación, completando la escena su caballo y sus criados.

Altar de cultos Virgen de la Hiniesta Gloriosa 2012

Se utilizó como base para el montaje de este altar el grabado de 1819, que ya hemos reproducido en otra entrada de esta sección, aunque se ha optado por eliminar personajes y detalles secundarios para focalizar la atención en la imagen de la Virgen. De esta manera, María Santísima de la Hiniesta aparece delante de una retama, a sus pies el letrero con la inscripción que descubre su origen “Sum Hispalis de sacello ad portam quæ ducit ad Corduvam” y al lado, una perdiz. Completan la escena Per de Tous, arrodillado, y su perro.

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